sábado, enero 13, 2007

Grupos y Creatividad


Creo que es oportuno recuperar una recensión sobre este libro, un libro ligero pero de gran interés, aunque sólo sea para retomar temas, para comentarlos, para repensarlos y para reconducirlos. Este es el sentido de este re-make.


When Sparks fly. Igniting Creativity in Groups

El análisis que sigue contrasta positivamente el trabajo de resumen realizado por Enfoques y hace una recensión del libro desde mi perspectiva.

Dr. Roberto Carballo
www.robertocarballo.com
www.robertocarballo.net


El objetivo de los autores del libro When Sparks fly fué escribirlo para que se compre en el aeropuerto, se lea durante un par de horas de vuelo y se aterrice en un new mental ... destination. La prisa también ha acabado invadiendo la creatividad y el qué hacer de cada momento y cada día. Y la prisa, ya lo decía el poeta, sólo nos lleva a tener mucha prisa de tener prisa. He leído el libro de Dorothy Leonard y Walter Swap con gran interés. Su fácil lectura me ha transportado al mundo de la creativity. Lo primero que experimenté es una especie de contraste continuo entre lo que decían en el libro sobre creatividad y lo que yo sé sobre innovación, ambas aplicadas a las empresas y organizaciones
[1]. Este contraste -y a veces, lucha- interno entre dos saberes me lleva a destacar cuatro aspectos y que han rentabilizado el tiempo que he dedicado a leerlo: los mitos sobre la creatividad; la forma de abordar el problema de la incubation; la importancia del grupo y de su heterogeneidad; y los motivadores internos. También he encontrado muy sugerente su planteamiento del medio físico-ambiente y del clima que ellos llaman psicológico, pero no me voy a detener en ellos.

Primero, los mitos sobre la creatividad, aquí despojados de su heroicidad: a) la creatividad depende de unos pocos y extravagantes personajes; b) la creatividad es un proceso en solitario, c) la inteligencia es más importante que la creatividad; d) la creatividad no puede ser manejada, dirigida; e) la creatividad es sólo artística o en el mundo de las empresas de alta tecnología; f) la creatividad es sólo relevante como grandes ideas; y g) la creatividad sólo nos involucra cuando las ideas son nuevas. Estoy de acuerdo con los autores que la creatividad es un proceso que se puede dirigir y diseñar, y ellos muestran cómo se puede hacer, pero especialmente el gran papel que juega el grupo y los estilos de dirección que yo llamaría participativos o democráticos en este proceso.

Segundo, la incubación, o como los autores dicen: Sleep on it. A lo largo del libro se respira la necesidad de dejar que las ideas tengan su tiempo de maduración. El ritmo en los procesos innovadores es una variable decisiva. La mayoría de las veces, las prisas, las urgencias, impiden que se cuiden los ritmos: dejar que las cosas maduren es una parte imprescindible para que alguna vez lleguen a convertirse en realidades. Muchas veces, es conveniente un tiempo en que las ideas se mastican, se rumian en nuestro interior, hasta pareciendo que nos hemos olvidado de ellas, para que retomen la fuerza que unos días antes ni siquiera vislumbrábamos. El ritmo es central y no lo cuidamos. Muchas veces, no es una cuestión de tiempo, sino de ritmo. En la metodología de innovación que he desarrollado, el ritmo es una variable estructural del modelo
[2]. Es muy aclaratorio el epígrafe La dinámica de la incubación de la página 99.

Tercero. En el libro es decisivo el papel que juega el grupo en la creatividad. La idea central es que el grupo puede hacer más fácil el proceso, pero para ello ha de ser adecuadamente dirigido, y ha de construirse sobre bases heterogéneas y complementarias. Estoy seguro de que este cocktail que proponen con detalle los autores funciona, pero también estoy seguro de que no es necesario cuidar tantos detalles: los grupos nos sorprenden siempre positivamente, especialmente en cuestiones de innovación y de creatividad. Esa es mi experiencia.

Por último, quisiera destacar un aspecto de gran relevancia en nuestro país en el aquí y ahora: lo que llaman motivadores internos o intramotivadores. En realidad, son los principales agentes de la motivación. Los autores destacan tres y sus ideas se refuerzan con mi experiencia: autonomía, tiempo para proyectos personales y oportunidades para aprender, son factores claves. Pero también lo son el hecho de disfrutar de una posición adelantada, innovadora y otros muchos, como los más primarios de la necesidad y la indignación.

Resulta muy gratificante que los destellos vuelen hacia la creatividad; pero también resulta gratificante comprobar que las cosas empiezan a ir por donde podrían haber ido hace tiempo y que el grupo de trabajo empieza a ser reivindicado en toda su potencialidad y dimensión y en este libro es central para comprender la creatividad.


Roberto Carballo es presidente de la Asociación para la Innovación y Forvm.org., dirige un Magister en Innovación y Gestión del Conocimiento y otro sobre Dirección Estratégica de Recursos Humanos. Igualmente lidera el grupo interfacultativo de innovación educativa GIF2007 y ha publicado en 1999 Innovando en la empresa. en 2002 Experiencias en grupo e innovación en la docencia universitaria, en 2004 En la Espiral de la Innovación, en 2005 Aprender haciendo en grupo-Iniciación a la docencia, y en 2006 Innovación y Gestión del Conocimiento. Promueve, diseña y dirige programas de innovación interempresarial.
E-mail: europe@aldebaran8.com


[1] Roberto Carballo: Innovando en la empresa. Gestión 2000. Barcelona, 1999
[2] Aprendizaje en/de la experiencia en grupo. Cuadernos de Investigación Aplicada, núm. 1.

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