martes, diciembre 12, 2006

La universidad: centro de conocimiento


Un alumno escribió esto en su blog individual, le pedí permiso para reproducirlo y ahí va el artículo de José Miguel Machimbarrena, a quién tenemos que agradecer la reflexión.


La universidad: centro de conocimiento

La noche antes de la huelga contra el plan de Bolonia uno se pregunta: ¿que es ese plan de Bolonia? Harto de ser manipulado por los demás, uno quiere ingenuamente hacer que comprende, e intenta leer un texto incomprensible o larguísimo. Claro, no leo los artículos que me enseña este grupo porque seguro que me ensañan los que quieren mostrarme, lo mismo ocurre con el grupo de mas allá. Lo mismo ocurre con la información de masas. Este tema aunque cliché no debería dejar de estar en nuestra mente.

En cualquier caso, lo que quiero pensar hoy en alto es cual es mi concepción del conocimiento y si se quiere de su centro por antonomasia: la universidad. Así pues antes de poder decantarme a favor o en contra del plan de Bolonia tengo que saber un poco donde me situó personalmente. Si no hago esto, después de leer el texto me sentiré tan perdido como cuando empecé a leerlo.

Así pues, ¿qué significa la universidad para mí? Si a mí me preguntaran ¿cual es la universidad ideal según tu imaginación?,yo ¿qué contestaría? Finalmente, ¿ para qué te sirve lo que aprendes en la universidad?

Lo primero que se me ha venido a la cabeza la respuesta a la ultima pregunta. Entonces pienso que la universidad debería ayudar al individuo a desarrollarse para el conocimiento propio. En este sentido opino que el conocimiento propio es anterior al descubrimiento de lo que nos rodea. Esta forma no se da verdaderamente de esta forma en el tiempo ya que normalmente uno se va conociendo a medida que va conociendo lo exterior, y a medida que el tiempo pasa. Por algo dice el refranero que el diablo sabe mas por viejo que por diablo.

Volviendo a la finalidad, creo entonces los conocimientos universitarios deberían darnos el conocimiento para conocernos. ¿Como? A través del relato de la realidad. ( En este sentido este pensamiento enlazaría con la descripción de la realidad como fundamento del conocimiento). El ser humano tiene la capacidad de imaginar. A través de la lectura el hombre puede conocer realidades ajenas y sentirlas como propias o entenderlas a través de la imaginación. La imaginación esta de este modo muy vinculada a la inteligencia. No por nada, Einsten dice que "imagination its more important than knowledge". La imaginación es fuente de conocimiento.

El conocimiento interno es esencial para el control y el manejo propio. Por esta razón, si no se maneja uno con soberanía, menos manejara la naturaleza que le rodea. El conocimiento y por consiguiente el manejo de la naturaleza interior es anterior al control y transformación de la naturaleza externa. Por esta razón, primero opiné que era esencial que la universidad a través de la descripción motivara la curiosidad. Curiosidad e imaginación son dos conceptos que no van separados. Uno se interesa por algo, y luego imagina. Lo inverso también funciona. La universidad debería despertar la curiosidad a través de la descripción y explicación, dando margen de maniobra a la imaginación, y libertad para la equivocación sin señalización.

Resulta ser, que esta imaginación hoy se mata en el sistema educativo español mediante el miedo institucionalizado de la nota. Antiguamente, las universidades no calificaban. La calificación surge como instrumento de medición para medir el supuesto conocimiento. Todos sabemos que esto es una gran falacia. No porque te saques mejor nota sabes más. Sin embargo, este es el baremo por el cual se nos mide para salir al mercado laboral, para obtener becas, etc. En definitiva el instinto de supervivencia en el sistema educativo actual te obliga indirectamente a suprimir la imaginación. Lo importante es contar al pie de la letra lo que se da. En este sentido, se ve una vez más el porqué de la indiferencia moderna y el pasotismo frente a los problemas. Este es el producto de un miedo a la imaginación.

Después de esta perspectiva como universidad para el conocimiento propio, me surgió la idea de la necesaria realidad de la supervivencia. Así pues, la universidad tiene que servir como puente para conseguir trabajo. Al menos eso es lo que a priori pensamos. Esto es así porque durante décadas se dio que aquél que iba a la universidad tenia más facilidades para encontrar trabajo de aquél que no iba. Incluso podía acceder a estratos sociales a los que no pertenecía ganando sueldos relativamente importantes. De esta experiencia de décadas, se estableció entre la sociedad que la universidad era la garante de empleo.

Esta concepción de la universidad fundada en la observación de lo ocurrido en el pasado ha establecido una concepción errónea de la universidad. Lo que ocurre es que todos nos movemos dentro de este paradigma del cual es difícil salir. Así pues, el diploma significa o simboliza una cantidad de conocimientos. Muchas empresas siguen en esta línea, y por lo tanto, toman el diploma como referencia para escoger a sus trabajadores. Las empresas más inteligentes sin embargo, no se fijan tanto en los diplomas y más en los perfiles. Es por esto que las empresas americanas, como siempre a la cabeza, fomentan y valoran todo tipo de formación extraacadémica mientras que aquí son floreros en el currículo.

En cualquier caso, esta concepción de la universidad como garante de trabajo de alguna forma también quiere significar la universidad como garante de la capacidad de construir y transformar la naturaleza. Es a partir de esta perspectiva que se precia el verdadero conocimiento. Es por esto que durante décadas el que estudiaba conseguía trabajo. Cuando uno trabaja, esta, ya sea directa o indirectamente transformando la naturaleza. Uno puede ser científico buscando una forma de transformar la soja en combustible o puede ser el que le trae al científico los instrumentos para que transforme la soja en combustible. Así pues, cuando a uno se le ofrece un trabajo, se precia el conocimiento para que éste pueda ayudar a conseguir mas eficiencia y eficacia en ese proceso de transformación.

Por el hecho de que trabajar es necesario para sobrevivir vendría bien que la universidad fuera ese garante que ha sido durante tiempo. La universidad ideal seria entonces, a partir de lo visto anteriormente, una universidad que te mostrara como cambia tu entorno al mismo tiempo que te permite conocerte. De esta manera en realidad la universidad seria un centro de satisfacción de necesidades. El acento aquí se tiene que poner en satisfacción. En este sentido, a través de un sistema de enseñanza superior que provoca satisfacción se tiene que mostrar el cómo de la satisfacción futura. En otras palabras, mediante un proceso en que se motiva a través de la curiosidad, y por el cual se fomenta la imaginación, se tiene que llegar a un conocimiento que permita dar forma a la naturaleza tanto exterior, como interior. El alcance de este conocimiento es la satisfacción de la necesidad, o si se quiere la felicidad.

lunes, diciembre 11, 2006

¡Menuda chorrada!

Fuí al cine a ver la peli anual de Woodie Allen, que creo que se llamaba Scoop, era como la anterior, pero igual. No sé como nos puede gustar tanto a algunos el tan Woodie. En fin, esta no era la cuestión, sino que en esos interminables y lamentables anuncios y trailers de otras opciones de cine, pusieron uno de un tipo con bigote, un tal Borat, que me hizo reir. En realidad, como luego comprobé sólo mostraban el comienzo de la película, que realmente es impactante, no tanto por lo que dicen, como por el ritmo y las formas expresivas.


Sin embargo, me pareció demasiado perder una tarde para ver esa película, y me tiré a tumba abierta con el emule para bajarla de la red, y conseguí en dos días una copia mala, pero una copia suficiente para dedicarle unos minutos a ver si valía la pena. Pues no, era un rollo total, y además, con un mensaje evidentemente lamentable en todas sus vertientes. Hacer gracia de un pueblo subdesarrollado, sumarle además, críticas lacerantes a judios, mujeres y otras minorías y en fin, un tipo de cine lamentable, que según tengo entendido ha ganado muchos dólares en los USA, y supongo que también aquí, por la cola que había para entradas un día que fui a ver otra película. Yo me pregunto cómo es posible todo esto. Soy amante de la libertad, pero no que la libertad se convierta en una forma de destrucción del otro. Es sencillamente una forma más de sacar dinero, de hacer caja y beneficios. En fin, este tipo de cosas deprimen, porque uno en su ingenuidad hasta piensa que las cosas pueden cambiar ...... Mejor dejarlo ......

miércoles, diciembre 06, 2006

¿Líderes u otra cosa?

Me gusta el comienzo de mi libro "Innovando en la Empresa", tiene garra. Aquí reproduzco el primer epígrafe de ese capítulo.


Dirección e Innovación. Bonitas palabras, simples palabras, sugerentes términos, o muy llenos de sentido o muy vacíos de significado. Pueden llenar cualquier boca o ser simplemente una forma de aproximación global, pero humilde a un tema realmente complejo. Mi pretensión, mi humilde propósito, es llenar de sentido esas dos palabras e integrarlas en una estrategia común, para compartirlas con el lector.

Porque la dirección, y ésta es una primera aseveración, es un tema realmente complejo, al igual que todas aquellas cuestiones que obligan a una asunción consciente de responsabilidad personal, grupal y social. La dirección es algo que SOLO SE PUEDE TOMAR EN SERIO, aunque por desgracia, la mayoría de las veces en la práctica no es más que un amago de seriedad. Si, una gambetta que dicen los argentinos. Y esa es mi indignación winnicottiana y también la de otros muchos profesionales que soportamos calladamente la realidad ineficaz, ineficiente e insuficiente de los estilos de dirección que se dan en la práctica en nuestras empresas.


Líderes que se pisan la sombra

Estamos invadidos por líderes aficionados que se creen, con el peor de los sentidos aristocráticos que han nacido tales y que no tienen que esforzarse por hacerse realmente lideres responsables y no sólo aficionados.

Claro, el resultado no puede ser otro que la vulgaridad que como siempre no esta exenta de suficiencia y de prepotencia. ¡Qué pena da ver a esos amagos de lideres! Si no se pisasen la sombra y pudiesen observarse con distancia y tranquilidad, se darían cuenta de lo mal que salen en las fotos, a pesar de tener contratados a los mejores fotógrafos.

Pero, y esa es una de las paradojas, no pueden evitar pisarse la sombra, síntoma del peor de los poderes, de aquellos que son incapaces de salir de sus propias cenizas y mejorar todos los días haciendo una autocrítica de lo que se ha hecho bien y lo que se ha hecho mal, para aprender a hacerlo mejor, evaluando el error como una oportunidad para desarrollarse.

Líderes que crezcan y aprendan de sus propios errores, que busquen insistentemente la mejora anticipándose a los acontecimientos, que respeten a los otros, no son fáciles de encontrar. Si Uds. no están afectados muy profundamente por estas patologías, reconocerán conmigo que este tipo de material humano es una especie en extinción o quizás nunca hemos disfrutados realmente de tales lideres, a pesar de que autores como Schumpeter nos los han glosado como personas intrépidas y arriesgadas, pero a la vez consistentes y seguras de la importancia de su labor social.

Por supuesto que ha habido pueblos donde este tipo de lideres ha abundado más que en otros, pero en cualquier caso parece que es un rara avis en nuestra sociedad de consumo. Quizás porque es un producto exigente y difícil de conseguir, con mucho esfuerzo y trabajo y responsabilidad y no está nuestra sociedad para sacrificios de tal envergadura. Mejor nos quedamos como estamos y disfrutamos de nuestra forma patológica de liderazgo de las sociedades actuales. Mientras tanto, el mecanismo regulador y organizador ultimo de la realidad social, el mercado, hace de las suyas y nos conduce allí donde nuestros insondables e insatisfechos placeres quieren. Pero ya tendremos ocasión de hablar del mercado más adelante.

En definitiva, en un mundo en que el "culto" y el "mito" del liderazgo está en la sociedad, en las elites, en la vida cotidiana, en las democracias que disfrutamos, en la economía y sobre todo, en la empresa y en las instituciones, pues resulta que en un mundo asi, el área de progreso, el área donde se manifiesta con más radicalidad nuestras insuficiencias como seres humanos, es el area del liderazgo
[1]

Aficionados y mercenarios, "amiguetes" y yuppies, proliferan por doquier en nuestro mundo y en nuestras empresas y administraciones públicas e instituciones de distinta índole, y representan, mediante medios primitivos y pregenitales de dramatización (nunca pasarían de segundones de la serie B de Hollywood, quizás imitando a su mejor y más exitoso antecedente de esta "nueva" época: por supuesto, me refiero a Reagan), representan roles que parecen sólo por su imagen de liderazgo, pero no se justifican ni por sus resultados, ni por sus compromisos, ni por su preparación actitudinal, ni por su responsabilidad individual, grupal o social, ni por su nivel de implicación [2]

[1] La escasez como área de progreso no es algo nuevo ni en la teoría ni en mi experiencia y en mi grupo interior. En mi grupo interior identifico a David Ricardo y su tendencia al estancamiento, a Malthus con su crecimiento desproporcionado de la población, a Marx con su tendencia descendente de la tasa de ganancia, y a través de ellos y más directamente a José Luis Sampedro y su idea de que la economía ha de centrarse en la pobreza y no en la "riqueza" de Smith. La idea de relacionar escasez y progreso partió de mi otra fuente, de la fuente de la psicología, de J.A.Rodriguez Piedrabuena, esquema que partía de Klein (posición depresiva como punto de partida del conocimiento o del saber), y que yo me he permitido aplicar al análisis social en mi artículo "Grupo e Informática: un proyecto de pareja" y a la dinámica institucional en diversos artículos.
[2] Los años ochenta han sido especialmente duros en nuestro país y quizás muchas de las afirmaciones que se contienen en esta página no hubieran nacido con otro liderazgo. Pero creo que es fácil comprender el sufrimiento a que hemos sido sometidos con una muestra de liderazgo vano e ignorante, y que como tal, además tenía pretensiones narcisistas y manifestaciones de poder sin razón que ha sido nuestro "martillo de herejes" en manos de estos "nuevos" bárbaros. Teorías cogidas con alfileres, "yuppismo" a la española, post-modernismo superficial y letal para los mismos que lo practican, suficiencias y desprecio de lo que ya se sabe, pero ellos no quieren saber, sonrisas de ironía y de prepotencia, decisiones precipitadas y al tiempo tardías, nacidas del dolor de algo que no se sabe hacer, pero que hay que hacerlo para quedar bien y no dejar que los demás piensen que no se sabe, "huidas hacia adelante", etc. Todo esto y mucho más lo hemos vivido en los años ochenta y todavía ahora en los noventa y es tal la enfermedad que, a pesar de lo extremado de la crisis a que nos han conducido estas actitudes, persiste en sus manifestaciones tanto en lo político, como en la esfera del capital público y de la administración. Esta "cultura" ha "justificado" una acción más autoritaria en todas las empresas.

viernes, diciembre 01, 2006

¿Innovación? ¿dónde?


Datos evidentes y comprobados: desde hace años la productividad está estancada en la economía española. Item más: muchas personas están desempleadas o subempleadas. Item más: la economía sumergida crece. Item más: la locomotora en los últimos años de nuestra economía ha sido la construcción (sic), si, he dicho la construcción, que siempre ha sido “refugio” para grandes épocas de crisis y que su ciclo casi nunca se corresponde con el de la actividad económica. Item más: los empresarios que hoy salen en la prensa son los que han hecho grandes negocios en la construcción, que además se permiten montar el tinglado que están montando “invadiendo” a las eléctricas, quizás con el único objetivo de que sus influencias políticas permitan “desbloquear” y “desregularizar” las condiciones y precios del sector, y obtener nuevas pingües ganancias fáciles. Item más: el empleo que ha crecido en nuestra economía es más precario que el que existía. Item más: empleos de baja calidad ocupados normalmente por un proceso inmigratorio de unas dimensiones insospechadas, y sin una política clara, sino que más bien ocurre, se introduce por la vía ilegal, se mantiene en buena parte ilegal, y sólo en parte legalmente. Item más: buena parte de la creación de puestos de trabajo son de baja calidad y motivados en gran medida por ese boom de la construcción y de otras actividades económicas –como la agricultura en el sur y centro de España- que tenían poco relieve en la economía precedente, pero que no son precisamente de actividades punta, ni de I+D, sino que se fundamentan en contratos del sector público, bien financiados directamente, bien financiados con deuda, bien financiados por Europa, y que se acaban materializando en una gran acumulación de capital, derivada de una fuerte presión a la baja del salario medio, donde se incorpora precariedad y otras disfunciones, que tienen por objetivo casi evidente, bajar el nivel medio salarial, no sólo en los sectores donde ocurre, sino indirectamente en otros sectores o evitar que éste evolucione positivamente. Total, más baja productividad, peores empleos, mucha inmigración para cubrir esos empleos precarios, sectores económicos de crisis para liderar nuestro crecimiento, que más les puedo apuntar.

¿Dónde está el énfasis de nuestro proyecto? ¿Adónde nos conduce todo esto? ¿Es posible que se hable de que la economía va bien o muy bien? ¿Tiene calidad este crecimiento o vamos como los cangrejos? ¿En verdad nos sentimos satisfechos con esta perspectiva? ¿A quién beneficia todo esto? ¿Tiene algo de innovador o de transformador lo que hacemos? ¿Es posible que los grandes negocios sean los más tradicionales, y que si miramos a esas empresas, vemos que su organización interna, profundamente jerárquica y piramidal, y su organización productiva, no es mínimamente “moderna”, sino más bien todo lo contrario? Y, sin embargo, es cierto que algunas empresas se salvan de este caos, nadie lo puede dudar, son evidencias. Fenómenos y experiencias como Mondragón, Inditex, Pharma-Mar, MRW y otras dan una dimensión avanzada de nuestra empresa, pero es escasa, y algunas de ellas no son las que están materializando más su valor social, y desde luego, menos de lo que lo hacen las financieras y las constructoras, y algunos servicios.

Miren Uds., nos falta dar el salto de la Innovación, del Conocimiento, de la Ciencia y Tecnología insertos en la dinámica social, institucional y empresarial. No podemos más que ganar dinero generando empleos de segunda o tercera clase, mal pagados, precarios, insuficientes, con este modelo. Nos falta estrategia, nos falta política estratégica, nos falta proyecto, nos falta ambición; nos sobra miedo y nos falta inversión, asunción de riesgo; tenemos mucha prisa, mucha prisa, y queremos hacer grandes negocios, no grandes proyectos y empresas. Y por eso, es por lo que tenemos nuestras costas llenas de hoteles y apartamentos que se “adentran” en el mar, y lo ocupan; por eso, tenemos empleos tan precarios; por eso, tenemos como modelos de empresarios a los menos interesantes como ejemplos; por eso, porque tenemos lo que nos merecemos. La ansiedad nos corroe, no tenemos paciencia para esperar y continuar trabajando, lo queremos todo para “antesdeayer”.
La incorporación en la sociedad del Conocimiento, significa sobre todo, esfuerzo, continuidad, participación, democracia, autonomía, libertad, pero no formal, sino real, de gestión de recursos, también responsabilidad y otros muchos valores. Si no hacemos un esfuerzo pensando en el futuro, en un horizonte, no llegaremos nunca más que adonde nos lleven los que ganan dinero basado en la explotación y en la posición de poder.