
Pero para llegar a la pareja experiencia-teoría a la pareja eros-logos, hay que caminar por la comunicación, por la red de interdependencias, por las redes, por los grupos, y -sigue intentando decir la transparencia- nos encontraremos con más de un obstáculo -después les denominé inhibidores- puesto por "el poder y las sombras". Me recordaba el título de una novela de esas que uno lee de adolescente. Bueno, todo eso se puede matizar cuando se presenta, pero las transparencias tienen un toque maniqueo inevitable, para que te ayuden a formalizar el discurso que necesariamente las ha de arropar.
He utilizado esta transparencia para finalizar un trabajo amplio, normalmente grupal, realizado en una jornada de cuatro o seis horas, cuando las personas se sienten motivadas por su propio esfuerzo, la vida les ha recorrido intensamente, han visto lo que significa ese tenue hilo que constituye la solidaridad grupal y esto, puede reforzarlo, como modelo que hemos aprendido, que hemos vislumbrado en nuestra propia experiencia.
Es una transparencia para finalizar una experiencia, para reconstruirla, para modelizarla, para hacer ver el sentido de lo concreto. Pocas veces la he utilizado, pero muchas veces la he llevado preparada por si era necesario utilizarla. Mi forma de trabajo al depender del discurso real de los grupos, obliga a llevar preparadas alternativas para reflejar las experiencias vividas y reforzarlas. Tal vez porque la he utilizado poco, me sigue gustando. Detesto aquello que tengo que repetir y no he tenido tiempo de modular y revisar e incorporar nuevos aprendizajes en el discurso. Hoy me volví a encontrar con la transparencia, estaba preparando un curso. Sigue gustándome.
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