
Un alumno escribió esto en su blog individual, le pedí permiso para reproducirlo y ahí va el artículo de José Miguel Machimbarrena, a quién tenemos que agradecer la reflexión.
La universidad: centro de conocimiento
La noche antes de la huelga contra el plan de Bolonia uno se pregunta: ¿que es ese plan de Bolonia? Harto de ser manipulado por los demás, uno quiere ingenuamente hacer que comprende, e intenta leer un texto incomprensible o larguísimo. Claro, no leo los artículos que me enseña este grupo porque seguro que me ensañan los que quieren mostrarme, lo mismo ocurre con el grupo de mas allá. Lo mismo ocurre con la información de masas. Este tema aunque cliché no debería dejar de estar en nuestra mente.
En cualquier caso, lo que quiero pensar hoy en alto es cual es mi concepción del conocimiento y si se quiere de su centro por antonomasia: la universidad. Así pues antes de poder decantarme a favor o en contra del plan de Bolonia tengo que saber un poco donde me situó personalmente. Si no hago esto, después de leer el texto me sentiré tan perdido como cuando empecé a leerlo.
Así pues, ¿qué significa la universidad para mí? Si a mí me preguntaran ¿cual es la universidad ideal según tu imaginación?,yo ¿qué contestaría? Finalmente, ¿ para qué te sirve lo que aprendes en la universidad?
Lo primero que se me ha venido a la cabeza la respuesta a la ultima pregunta. Entonces pienso que la universidad debería ayudar al individuo a desarrollarse para el conocimiento propio. En este sentido opino que el conocimiento propio es anterior al descubrimiento de lo que nos rodea. Esta forma no se da verdaderamente de esta forma en el tiempo ya que normalmente uno se va conociendo a medida que va conociendo lo exterior, y a medida que el tiempo pasa. Por algo dice el refranero que el diablo sabe mas por viejo que por diablo.
Volviendo a la finalidad, creo entonces los conocimientos universitarios deberían darnos el conocimiento para conocernos. ¿Como? A través del relato de la realidad. ( En este sentido este pensamiento enlazaría con la descripción de la realidad como fundamento del conocimiento). El ser humano tiene la capacidad de imaginar. A través de la lectura el hombre puede conocer realidades ajenas y sentirlas como propias o entenderlas a través de la imaginación. La imaginación esta de este modo muy vinculada a la inteligencia. No por nada, Einsten dice que "imagination its more important than knowledge". La imaginación es fuente de conocimiento.
El conocimiento interno es esencial para el control y el manejo propio. Por esta razón, si no se maneja uno con soberanía, menos manejara la naturaleza que le rodea. El conocimiento y por consiguiente el manejo de la naturaleza interior es anterior al control y transformación de la naturaleza externa. Por esta razón, primero opiné que era esencial que la universidad a través de la descripción motivara la curiosidad. Curiosidad e imaginación son dos conceptos que no van separados. Uno se interesa por algo, y luego imagina. Lo inverso también funciona. La universidad debería despertar la curiosidad a través de la descripción y explicación, dando margen de maniobra a la imaginación, y libertad para la equivocación sin señalización.
Resulta ser, que esta imaginación hoy se mata en el sistema educativo español mediante el miedo institucionalizado de la nota. Antiguamente, las universidades no calificaban. La calificación surge como instrumento de medición para medir el supuesto conocimiento. Todos sabemos que esto es una gran falacia. No porque te saques mejor nota sabes más. Sin embargo, este es el baremo por el cual se nos mide para salir al mercado laboral, para obtener becas, etc. En definitiva el instinto de supervivencia en el sistema educativo actual te obliga indirectamente a suprimir la imaginación. Lo importante es contar al pie de la letra lo que se da. En este sentido, se ve una vez más el porqué de la indiferencia moderna y el pasotismo frente a los problemas. Este es el producto de un miedo a la imaginación.
Después de esta perspectiva como universidad para el conocimiento propio, me surgió la idea de la necesaria realidad de la supervivencia. Así pues, la universidad tiene que servir como puente para conseguir trabajo. Al menos eso es lo que a priori pensamos. Esto es así porque durante décadas se dio que aquél que iba a la universidad tenia más facilidades para encontrar trabajo de aquél que no iba. Incluso podía acceder a estratos sociales a los que no pertenecía ganando sueldos relativamente importantes. De esta experiencia de décadas, se estableció entre la sociedad que la universidad era la garante de empleo.
Esta concepción de la universidad fundada en la observación de lo ocurrido en el pasado ha establecido una concepción errónea de la universidad. Lo que ocurre es que todos nos movemos dentro de este paradigma del cual es difícil salir. Así pues, el diploma significa o simboliza una cantidad de conocimientos. Muchas empresas siguen en esta línea, y por lo tanto, toman el diploma como referencia para escoger a sus trabajadores. Las empresas más inteligentes sin embargo, no se fijan tanto en los diplomas y más en los perfiles. Es por esto que las empresas americanas, como siempre a la cabeza, fomentan y valoran todo tipo de formación extraacadémica mientras que aquí son floreros en el currículo.
En cualquier caso, esta concepción de la universidad como garante de trabajo de alguna forma también quiere significar la universidad como garante de la capacidad de construir y transformar la naturaleza. Es a partir de esta perspectiva que se precia el verdadero conocimiento. Es por esto que durante décadas el que estudiaba conseguía trabajo. Cuando uno trabaja, esta, ya sea directa o indirectamente transformando la naturaleza. Uno puede ser científico buscando una forma de transformar la soja en combustible o puede ser el que le trae al científico los instrumentos para que transforme la soja en combustible. Así pues, cuando a uno se le ofrece un trabajo, se precia el conocimiento para que éste pueda ayudar a conseguir mas eficiencia y eficacia en ese proceso de transformación.
Por el hecho de que trabajar es necesario para sobrevivir vendría bien que la universidad fuera ese garante que ha sido durante tiempo. La universidad ideal seria entonces, a partir de lo visto anteriormente, una universidad que te mostrara como cambia tu entorno al mismo tiempo que te permite conocerte. De esta manera en realidad la universidad seria un centro de satisfacción de necesidades. El acento aquí se tiene que poner en satisfacción. En este sentido, a través de un sistema de enseñanza superior que provoca satisfacción se tiene que mostrar el cómo de la satisfacción futura. En otras palabras, mediante un proceso en que se motiva a través de la curiosidad, y por el cual se fomenta la imaginación, se tiene que llegar a un conocimiento que permita dar forma a la naturaleza tanto exterior, como interior. El alcance de este conocimiento es la satisfacción de la necesidad, o si se quiere la felicidad.